«Recuérdame» de Laura Pallicer, un delicado himno al duelo y la esperanza

Con solo 22 años, Laura Pallicer lleva ya doce en la música, una trayectoria que en otros artistas podría parecer precoz, pero que en su caso suena a experiencia bien digerida. «Recuérdame», su nuevo single, es una elegía minimalista que convierte el dolor personal en consuelo universal: un homenaje a su abuelo donde la tristeza y la resiliencia se abrazan con una honestidad que estremece.

Producido por Pere Batle (Goodman Records), el tema es un ejercicio de contención magistral. El piano sobrio de Víctor Sánchez y el violín emotivo de Inés Piqueras tejen un paisaje sonoro que deja espacio a lo importante: la voz de Pallicer. Frágil pero nunca débil, su interpretación tiembla bajo el peso del recuerdo, pero se sostiene con una determinación que es casi un acto de rebeldía. La canción no es solo un lamento, sino una promesa, «volver a sonreír», que suena a despedida y a renacimiento a la vez.

Pallicer, curtida en escenarios televisivos y bares, escribe con una franqueza que duele: no hay metáforas grandilocuentes, solo intimidad desnuda. Cuando canta sobre mantener vivo a su abuelo en la memoria, la línea entre la elegía y la canción de cuna se desdibuja. Podría ser monotonía en manos menos hábiles, pero su voz —quebrada en los silencios, firme en las estrofas— convierte cada palabra en un latido.

«Recuérdame» consolida a esta mallorquina como una de las voces más auténticas de la canción de autor dentro de la escena balear. En un género a menudo ahogado en producción excesiva, Pallicer apuesta por la desnudez. Su disco Quien no llora no mama (2024) y singles como «Silenci de blanca» o «Demasiada Mujer» ya apuntaban a una artista que aborda el amor, el duelo y la salud mental sin tapujos. Esta canción es otro paso adelante: un recordatorio de que la mejor música no grita, sino que susurra al oído justo lo que necesitas oír.